Las cosas de David, se le antojó vivir en otra ciudad, en otro país, se le antojó una vida en solitario lejos de su familia.
Su cuerpo fue el último que lo traicionó. Porque si lo pensamos bien, siempre le fue fiel cualquier persona que estuvo en su vida. Pero su cuerpo sí lo traicionó y creció dentro de él sin avisarle. Lo devoró rápidamente y ganó casi todas las batallas hasta que lo mató.
La melancolía que eligió como modo de vida sólo fue interrumpida por la muerte. No cambió, no hubo más drama en las batallas. Las aceptó como aceptaba todo lo que no podía cambiar.