Suele ir sin blusa. Es un auténtico portento físico. Alto. Atlético de forma natural. Es muy guapo. Moreno de piel y pelo. Siempre va serio y con una gran mochila a cuesta.
Desde la primera vez que lo vi me di cuenta de que algo no pegaba. Su expresión no era la de un tío presumiendo de cuerpo por la avenida. Cualquier otro tío con ese cuerpo hubiera llevado una expresión inconfundible de chulería.
Él no.
Algunas veces está sentado en algún banco mirando al horizonte. Nunca con el móvil.
Solo una vez lo vi acompañado y era con un chico que vive en la calle con su bicicleta del que una vez escribí algo por aquí.
Paseando con mi hijo hace unos días le dije que me gustaría saber cuál es su historia.
El lunes pasado lo vi pidiendo delante del Mercadona.