domingo, 29 de mayo de 2022

Glovo

Ella pedía una pizza todos los viernes para mitigar su soledad, su falta de amigas y sus nulas ganas de salir.

Él trabajaba los viernes en la empresa de reparto a domicilio. Apagaba risas cuando tocaba los timbres de las puertas. Caras serias le abrían con ropa a medio colocar. Al cerrar se quedaba quieto siempre para escuchar cómo se reanudaban las risas.

Ella se fijó que si hacía su pedido a las 9 en punto siempre venía él.

Él se fijó que ella solo pedía una bebida y que no había risas al tocar el timbre.

Ella un día abrió la caja de la pizza en la puerta.

Él cogió un trozo.

Cuatro pedidos más tarde la pizza se la comieron a medias, dentro de la casa y fría.

Ella tenía miedo a enamorarse, a no ser objetiva bajo el estado de embriaguez del amor y al dolor de una separación

Él no tenía miedo a nada. Puestos a juzgar realidades, quien era él para decir cuál era más válida. Elegía vivir emociones.