Me impresiona cómo eres capaz de vivir el momento simplemente centrada en las risas, en el mar, en la conversación, en el sonido del aire, en las caricias, en el cielo, en los besos, en estremecerte, en complacer, en vivir.
Y en cualquier momento pasar a un nivel de profundidad de conversación en la que derrochas madurez, inteligencia, sosiego, paz.
Madurez de pensamiento, madurez en no presumir de tu sinceridad y honestidad, madurez en tu mirada tierna con la cabeza ladeada y una sonrisa cómplice que me dice "lo sé todo", que me hace sentir desnudo ante los ojos de una mujer, que me abraza con esa mirada y me dice "está bien, estamos aquí y ahora, es lo único que tenemos y lo único que quiero", que me hace aprender y crecer e ir paso a paso reconociendo que pensamos igual, y que los miedos a cuando no estamos juntos podemos, puedo, superarlos.
Una mirada que me anima a construir algo nuestro. Sin patrones. Sin mirar a nuestro alrededor.
Sentirme amado y tuyo en el momento. Eso es todo.