Iban bajando Mata por la acera. Tendrían unos 80 años. Ella perdió fuerza en un bajón de la acera que solo ven las personas con movilidad reducida. Dos atletas que pasaban corriendo pararon y ayudaron a ponerla en pie. Todo bien, pueden seguir, gracias.
Él ya no tenía fuerza para levantarla solo, pero le sobraba amor para hacerlo cada vez que tropezara