2020 ha sido un año de aprendizaje.
Hemos aprendido todos nuevas formas de vida que pensábamos lejos de nuestro primer mundo. También como característica del primer mundo dejaremos atrás muy rápido lo aprendido.
El principal aprendizaje de este año ha sido sobre el miedo. Resulta que está solo en nuestra cabeza. Sí, los sabemos todos, efectivamente, y desde siempre lo sabemos. Pero una cosa es saberlo y otra ponerlo en práctica y comprobar que es así. Como me dijo una amiga dando pedales hace poco, "llevar una vida sana es fácil, venga ponte a hacerla", eso ya es otra cosa.
Aquellas personas que temes dañar con tus decisiones resulta que se benefician si finalmente las tomas. Lo importante es que seas feliz, el resto fluye a tu alrededor si lo eres.
Añado hoy a este párrafo (que escribí hace unos días) que cuiriosamente esta foto me saltó ayer como recuerdo de hace dos años (fue en Santa Cruz de La Palma). La vida nos pone pistas, pero solo pasado un tiempo somos capaces de aprovecharlas, normalmente cuando ya es tarde. Solo ahora y tras un año de aprendizaje sé que los miedos a hacer daño dañan más que las decisiones.
También nos pasa con los peligros reales. Nos cuesta aprender cuando es necesario. Una cosa es saber que hay contagios y otra pensar que te va a pasar a ti, a tu familia.
Feliz 2022. Ese es mi único deseo. Poderlo decir a todos el año que viene y decir que lo hicimos bien.