Uno pidió un Chinchón y yo me quedé esperando a ver si lo que ponía era un churro o un tipo de café especial, que, al igual que el barraquito en la otra provincia, que visito mañana, igual podía ser un tipo de café especial en Cardones. Vaya tontería se me ocurrió. Al final era una bebida alcohólica. A las 8 y media de la mañana. Mientras se lo bebía le enseñaba fotos a otro parroquiano de la papas que había plantado ayer.
Ese televisor sigue siendo el mismo a pesar de cambiar toda la antigua decoración del bar. Hacía más o menos un año que no pasaba con la bici por ahí. Circunstancias. Es la primera vez que entro después del cambio de dueño, supongo que ha pasado eso. Echaré de menos la tortilla que me hacía desayunar dos veces y el queque y truchas de batata.
Aunque nadie del bar se lo creería, en ese televisor he visto más noticias en las pocas veces que paro que en mi casa en los últimos años. Mientras ellos escuchaban de fondo las mismas noticias que habrían oído en casa toda la semana, y que a veces la cogían de hilo para iniciar una discusión, yo me enteraba hasta de quien había ganado las elecciones.