domingo, 16 de abril de 2023

San Francisco

Repartía pan por las puertas de San Francisco en Telde.
Mientras subía y bajaba calles con adoquines miraba de reojo las ventanas entreabiertas para ver cómo despertaba cada casa. 
Seguía siempre la misma trayectoria de puertas y horarios. Eso le permitía tener una continuidad en las vidas de todos sus clientes. 
Cuando las historias se ponían muy dramáticas alteraba el orden de la ruta matutina sólo unas semanas. Era increíble, pero eso hacía que las historias fueran distintas. 
Se ganó la fama de no ser puntual ya sea por adelantarse o retrasarse a pesar de entrar y salir del barrio exactamente a la misma hora cada día. Nadie nunca supo el motivo.