Curvas de asfalto en medio de la piedra negra tallada por el calor de la tierra.
Ella no para de grabar con entusiasmo la maravilla que los rodea.
Él entiende y explica lo que oímos. Una locura.
Yo trazo cada curva con la piel de gallina.
Abajo se ve el mar lejos.
Disfrutamos cada uno a nuestra manera, con nuestra forma de sentir.