Me dices que no es una despedida pero lo que siento tiene el mismo sabor agrio. Apenas unas horas después de separarnos por última vez y sintiéndome fuerte en tu presencia vuelvo a flaquear en tu ausencia, una vez más vuelvo a flaquear, a sentir que la tristeza llega y que no quiero perderte en mi vida.
Busco manchas en mis sábanas para oler los restos de nuestra última batalla de sudor y placer. Busco restos de ti para olerte. Para imaginarte a mi lado.
El tiempo tiene un agujero negro por el que nos perdemos cuando hablamos, cuando nos besamos, cuando nos abrazamos.