¿Los postres son hechos aquí?
Sí
¿Por usted?
Nadie más trabaja aquí.
Cuando no estaba atendiendo esperaba detrás de la barra con los brazos cruzados y apoyados, como asomado a un balcón. Con la mirada fija.
Qué raro me resultaba verlo. Era pura belleza. Era como ver en directo el pasado. Pensé: no tiene móvil.
Simplemente estaba. Esperaba. No tenía cara de aburrirse ni divertirse tampoco. Esos lujos de darle tanta importancia a las emociones no iban con él.