Tu cara rodeada de estrellas en la noche.
Temblaba de frío y de emoción.
Conciencia plena de cada segundo vivido en cámara lenta.
No he encontrado compañía más serena.
Sin querer nos encontramos y sin querer nos besamos.
Todo fue tan despacio como imaginamos a fuego lento.
En cualquier momento que se hubiera apagado la noche hubiera sido igual de bonito.
Y aún así finalizó como deseamos en silencio los días antes, sin decirnos nada, pero sabiendo todo.