De pequeña vivía en Piedra Molino, Montaña Alta, Santa María de Guía, en una de esas casas que ahora cubre la maleza y a las que casi no se puede acceder. No había agua ni luz. Usaban velas. Cocinaban con leña y cuando no había con petróleo. Muchos años después mi hermana y yo fuimos para ella los nietos que nunca tuvo, era nuestra vecina en el barrio de Las Torres. Ahora a sus 88 años vive sola en Los Giles. No le falta gente que la acompañe. Me cuenta cosas de mi infancia que hubieran quedado en el olvido si no fuera por mis pocas visitas.