Sin tilde. Porque ti nunca la ha llevado.
Nunca ha necesitado distinguirse. Simplemente es única.
Confiar en que estás, en tus ganas, en que nunca querrás hacerme daño.
Confiar en que confías en mí, en que valoras cómo soy, en que te gusta como soy.
Ver tu confianza en nosotros, tu lucha por nosotros, tu preocupación por que nada estropee lo nuestro, sea lo que sea en cada momento. Ahora y siempre.