martes, 23 de agosto de 2022

la juventud

Eran los años en que las emociones se sentían con fuerza y a ráfagas en el corazón.
Las estaciones del año estaban presentes en el devenir de nuestro día a día.
Los años eran eternos, cada uno contaba, cada verano era aquel, no otro.
Las películas eran en muestras vidas. Eran, a secas, sí.
Cada curso era un escalón que nos alejaba de todo aquello sin saberlo.
Cada amor se recordaba como algo épico en nuestras vidas de carne y hueso, de aceras, parques, arena caliente, excusión a las mesas, de viaje de fin de curso.