miércoles, 10 de agosto de 2022

adolescentes

Ser capaz de entender que el amor hacia tu hijo es la prioridad y luego ser capaz de poner en práctica dicho entendimiento, las dos cosas, es la vía necesaria para mejorar la relación con nuestro hijo adolescente. 
El resto de los problemas, que son muchos y graves en algunos casos, vienen después. Pero sin lo primero el camino es largo y tortuoso necesariamente. 
Cuando la prioridad son las notas, por poner un ejemplo, y la relación personal es mala, la probabilidad de que acabe en desastre emocional para todos es alta. Si la prioridad es el amor, todo lo demás es mucho más fácil. Eso no garantiza las notas, pero ahí está el decidir cuál es la prioridad, y no es fácil de aceptar. Al paso de los años miraremos hacia atrás y cada uno debe valorar qué dio a su hijo y cómo fue esa convivencia con él y qué consiguió su hijo en la vida.
El valor que cada uno le dé a ese resultado final es ya un tema muy personal.