martes, 22 de diciembre de 2015

El amigo invisible

El amigo invisible.
Nunca me ha gustado el jueguecito.
Hace ya unos 20 años organizamos uno el trabajo.
Una montaña de regalos inundaba el lugar de desayuno habitual.
Todos esperando a escuchar su nombre.
Terminó la montaña y todos tenían su regalo en la mano menos una.
Alguien se había olvidado de ella. Efectivamente sobró un regalo y faltó otro.
Y Carmen, aquella leonesa de poco más de 20 años, que pasaba sus primeras navidades fuera de casa salió de allí.
Y aquella preciosa boca siempre de carmín la vi por primera vez sin la sonrisa que nos regalaba a todos cuando nos veía.
No puedo recordarla sin sonreír.Solo su corazón era más grande que su boca.
Unos años después se fue para su tierra y nunca supe más de ella.