sábado, 27 de abril de 2024

correr

Coincidimos en la calle, en el barrio, corriendo.
Hablamos durante todo el recorrido, disfrutando de la compañía y de la conversación.
La última vez que corrimos empezó a llover. Nada cambió. No se nombró la lluvia. Simplemente seguíamos corriendo y hablando.
Ya conocíamos mucho el uno del otro menos un detalle. No conocíamos nuestros teléfonos.