Fue una suerte cruzar nuestras historias.
No siempre el amor llega después del enamoramiento.
Lo vivido y lo aprendido quedará porque supimos aprovechar las oportunidades y vivir con intensidad cada encuentro.
Siempre recordaré a la par tu sonrisa y tus pucheros.
Tus carcajadas de cine inmortalizadas en varias fotografías son parte de mi historia, parte de lo que me llevo para siempre.
Tus orgasmos y tu cara. Nuestros gritos. Las risas después.
Tu sonrisa cuando me complacías en la cama. Tus besos apasionados después. Tus caricias locas. Tus caricias distraídas a mi sexo mientras veías la tele y yo casi dormía