el taxi 🚖

El retrovisor 

Llegaban justos a final de mes. Vivían del taxi. Un taxi viejo. Él sufría ansiedad en su trabajo. La jungla del tráfico termina convirtiendo en monstruo a cualquiera. Los clientes querían taxis nuevos. ¿En serio? ¿Por un recorrido de 10 minutos eliges coche? Él pasaba con su Opel de poco más de 20 años y veía como los clientes paraban a los más modernos. Lo veía por el retrovisor.

mariposa 🦋

Fue en 1988, no recuerda el mes, cuando empezó a salir con aquel pibe que le mostró el mundo de las drogas, el alcohol y el tabaco. Hace demasiado tiempo ya para adivinar culpables. Las drogas las dejó a los pocos años. El alcohol durante el confinamiento ya que su marido empezó a percibir su estado de embriaguez durante varios momentos del día. Y el tabaco aún acompañaba a Marta después de varios intentos de abandonarlo. Se le cayó el mechero al suelo de la guagua poco antes de abrirse la puerta. El chófer, acostumbrado ya a las prisas por la ansiedad de los fumadores, dio por supuesto que se iba a bajar y la esperó. Ese pequeño retraso hizo que al meter primera el semáforo donde estaba parado saltara a ámbar y no salió.

Alberto iba en esa guagua y vio cómo por pocos segundos se le escapaba la 91 para el aeropuerto al llegar a la estación de Santa Catalina. Son 15 minutos más y va sobrado de tiempo, no pasa nada.

Blas salió con prisas de su casa. Está de vacaciones y se apura. Vaya majadero. Si me dejo ir me achicharro, dice. La prisas y los lunes se divorciaron con distinto abogado hace muchos años y todavía hoy se llevan mal. Falta de distancia, recta de jinamar, un amasijo de chatarra. La cola llegó al hospital insular. Eran las 8:30 de la mañana del 17 de agosto de 2023. La primera guagua, que fue precisamente la que perdió Alberto, había pasado ya por el lugar. Uno de sus pasajeros escuchó el estruendo y miró hacia atrás sin poder ver nada, creo que justo el mismo pasajero que vio como Alberto miraba salir la guagua que no pudo coger.

Alberto llegó tarde al aeropuerto, la pesadilla de cualquier grancanario, la cola. Nunca sabes qué pasó, ni siquiera aunque veas el accidente. Ese fue el caso en esta ocasión.

Todo arreglado, dos Binter más tarde salió para Lanzarote. Jodido por vulgaridades como llegar con la solajera, pasar hambre hasta estar instalado y perderse tres horas de playa a cambio de tres horas de aeropuerto, Alberto sobrevivió a aquella desgracia de ricos.

Canarias 7. Fecha: 18.7.23. ACCIDENTE AÉREO: 4 muertos y 30 heridos en un Binter que hizo un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Fuerteventura cuando iba destino Lanzarote. 

Alberto no lee el periódico desde hace años. Nunca supo del accidente. Y por supuesto nadie comprobó que era el vuelo perdido a Lanzarote que nunca cogió. Para él siguió siendo una desgracia que jodió su primer día de vacaciones.

sin besos

Acabo de pensar en el lunes.

Ese momento en que me falten tus besos, tus primeras palabras del día con esa voz cariñosa que solo tú me has dado.

Ese momento en que no tendré tu cuerpo para acariciarlo en la oscuridad de la habitación, oyendo tus gemiditos cariñosos.

Echaré de menos tantas cosas...

Yolanda

Plaza de Santo Domingo a oscuras y a rebosar

"Si me faltaras no voy a morirme"

La señora estaba sentada, sola, y seguía la letra del bolero con pequeños movimientos de su boca.

"Si he de morir quiero que sea contigo"

Sus ojos rebosaron como la plaza, también a oscuras.

"Mi soledad se siente acompañada"

Quizá un recuerdo. Quizá una ausencia. Quizá la alegría de haberlo vivido. Quizá la tristeza de saber que no volverá.

"Por eso a veces sé que necesito..."

Agachó la cabeza

"...tu mano"