Risas

De risas y piel estaban hechos sus encuentros en los días que apartaban a codazos la rutina 

los besos

Inventar besos en tus labios con los ojos cerrados sintiendo la historia de cada uno como lo que es, algo único de ese momento que no volverá.

Fantasias

Tú de pie con los ojos vendados

Yo te rozo tus labios con mis dedos

Tus labios entreabiertos están preciosos

Bajo con mi mano por tu cuello y por tu espalda

Te beso suavemente en el abdomen

Mis manos aprietan ligeramente tus nalgas

Mientras la punta de mi lengua hace círculos lentos en tu ombligo siente unos labios rozar tu cuello.

Te estremeces por la excitación y la sorpresa

Esos labios recorren a saltos el espacio que lleva a tu boca

Son labios de mujer, escuchas sus jadeos de excitación

Yo bajo algo y te abro un poco las piernas

Suavemente con mi boca toco tu sexo y me centro en darte placer

En tu boca sientes las dos lenguas rozándose lentamente.

El viento

Las hojas se levantaron del suelo por el viento justo en el mismo momento en que ella y él morían a kilómetros de distancia uno del otro, habiendo estado compartiendo besos y ganas en una larga historia de amor que terminó hace una década con la misma serenidad con la que empezó. Lo de las hojas no fue casualidad, y mucho menos que murieran a la misma vez. Se prometieron estando juntos amarse el resto de sus vidas, así lo hicieron y de esa forma lo cumplieron. El aire que los separaba se estremeció al verlos morir, eso fue todo lo que pasó.

Las noches en que no estás

Me gusta despertarme a media noche y sentir tu respiración cerca.

Me gusta pegarme a ti por detrás, acariciar tu costado. 

Besarte un hombro.

Sentir que cambia tu respiración, que te das la vuelta y apoyas tu cara en mi pecho.

Acaricias con tu mano mi abdomen y tocas mis genitales con una dulzura que me vuelve loco.

Dices algo, siempre dices algo. 

Nos quedamos así, acurrucados hasta el siguiente despertar.

Las noches en que no estás te echo de menos.