La cena

Una prueba de la capacidad de imaginación y de la unión de las emociones y el pensamiento en el ser humano es la importancia que le damos a una cena al año, la cena de Navidad.

El baile

No es la música lo importante. Es con quién estés bailando en la vida.

La lluvia

Abre la ventana, quiero despertar a media noche con la lluvia.
Hacer el amor escuchándola.
Y luego asomarnos desnudos a verla. Quedarnos envueltos en una sola manta escuchando, con los ojos cerrados, y besarte...

Foto

Amor es hacer tu mejor foto y bastarte compartirla con ella

Inventos

Dos inventos que nos hacen disfrutar menos de la vida: los móviles y los paraguas.

La comunicación

La comunicación debe servir para entendernos, para conocernos más, para aprender el uno del otro, para saber en qué puedo ayudarte, para crecer juntos. La comunicación no debe servir para saber qué disfraz debemos ponernos. Porque una vez pasada la fiesta siempre nos quitamos los disfraces

Conciencia

Ser consciente del momento vivido. Está muy bien la frase pero no basta con leerla en el Facebook. Al leerla entendemos lo que quiere decir pero no experimentamos la conciencia a la que hace referencia. Y muy probablemente no la experimentemos nunca. Esa conciencia del momento es una habilidad a aprender. Y como toda habilidad se compone de unos conocimientos y unas prácticas. Los conocimientos nos dirán qué hacer y luego los ponemos en práctica poco a poco, de menor a mayor dificultad, y dedicando el tiempo necesario.  Al principio sentiremos incomodidad o esfuerzo y cuando la habilidad se aprender sentiremos incomodidad por lo contrario, y así habremos adquirido la habilidad que hayamos decidido que era buena para nosotros. Por ejemplo, ver un atardecer sin sacar fotos prestando máxima atención al espectáculo de la naturaleza. Pues se puede practicar a hacer 5 fotos, luego 3 , luego 1, luego 1 sin publicarla, luego con el móvil en el bolsillo apagado y por último con el móvil en el bolsillo encendido

Cachitos

Mi pasado me pertenece.
Todo mi pasado es mío y a cachitos compartido con las personas que pasan por mi vida.
Conóceme por mi presente.
Soy lo que ves. Y lo que ves es resultado de tantas cosas que es inútil entenderlo.
Y no me defino. Nos comportamos de determinada manera, solo eso. Cuando me dicen que soy de determinada manera me desconcierta, intento ver de donde sacaron esa conclusión y me cuesta.
Solo debes aceptar o rechazar lo que ves, es decir, lo que soy, mi presente.
Si me siento juzgado me alejo.
No juzgo a nadie. Es una máxima que practico hace años. No significa que te entienda en todo.
Pero mi falta de entendimiento es mía, nada tiene que ver contigo.
Y en el momento menos esperado pasarás a ser dueña de un cachito del pasado, y es entonces cuando sabes que dejaste de vivir el presente por algo que no era yo.

La cámara

Su bici lleva un remolque detrás con todas sus pertenencias. No monta en bici, simplemente camina con ella para llevar la carga. Pasa gran parte del día pidiendo delante del supermercado. No molesta a nadie. Se sienta y pone un vasito delante. Por las noches baja a dormir. No puede ser un sitio muy a la vista de la gente de bien, ni muy expuesto a la gente de mal. Esas cosas pasan aquí, sí. En los últimos meses ha adelgazado, es guapo, un galán, no me había fijado. Mira con pudor, no termina de perder su sonrisa, pero mira con pudor, con vergüenza. Iba delante de mí bajando la calle, con su inseparable carga. Tenía toallas colgadas secándose. Por las mañanas se baña en las duchas de Las Canteras. Muy temprano, por supuesto. Miré sus pies, tenía unas sandalias roídas. Me pregunté qué talla llevaría. Siempre que veo su destartalada bicicleta de ruedas pequeñas pienso en la misma estúpida pregunta: si tuviera un pinchazo qué pasaría. ¿Le iría la vida en ello?

Saco

Somos un saco de emociones roto. Ninguna de ellas válidas, aunque válida no es una palabra adecuada para definir una emoción. Andamos peleando a diario con ellas. Quizá lo mejor sea saber observarlas, reconocerlas y esperar la siguiente. Poco podemos hacer por ordenar el desfile. Pero mucho por disfrutarlo si nos gusta y si no nos gusta aprender que el desfile nadie lo para y siempre llegará la siguiente

La taza

Él vivía en la calle.
Ella, su hija, le invitó a un café.
Él nunca quiso ser una carga para ella después de la separación.
Soplaba viento en un día nuboso y húmedo.
Él cogió la taza con las dos manos y sintió el calor del café en su cara.
Recordó el calor de su hija en brazos en otros tiempos, hace ya una vida.
Aunque lo intentó evitar empezó a llorar.
Su hija no supo qué hacer. Solo se le ocurrió ponerle una mano en el hombro.

El niño

Lo veo con frecuencia por la avenida. Siempre me saluda con una sonrisa, con mucha amabilidad y con un interés sincero por cómo me va. Yo ya no recuerdo su nombre con seguridad. Su hijo tiene unos 15 años y una discapacidad intelectual profunda. Siempre van juntos. El niño recibe pocos saludos de los amigos de su padre. El padre nota la incomodidad de la situación. Sabe que es más fácil saludar a otros niños. Los dos son indiferentes a esa peculiaridad del comportamiento. El amor mutuo hace que se desvanezca el color del mundo. Como todos los amores.

El avión

La azafata explica cómo se pone el chaleco. Nadie parece hacer caso, nada sorprendente. La profesora no levanta la cabeza tampoco. Corrige un examen. Son 5 pregunta, dos puntos cada una, en la primera pone 1. La azafata termina. Una adolescente mueve sus labios cantando lo que escucha en sus auriculares, el mundo se la resbala. 0.5 en la siguiente pregunta, parece que pone con rabia cada nota. Un político crítica la gestión de su opositor, mira hacia arriba y mueve la cabeza de lado a lado. 1 en la tercera pregunta. Pobre niño pienso, se va a llevar un disgusto después del esfuerzo que habrá hecho. La profesora quiere llegar a mañana sábado sin tarea. El chico de al lado lo sabe y no le da conversación. Solo desea que apruebe ese niño. Acierta a ver el nombre: Daniel. Pasan repartiendo las chocolatinas. La profesora no quiere. El chico de al lado coge y se la guarda. La adolescente y el político hacen lo mismo, se la comen. 2 en la siguiente pregunta. El chico que está al lado de la profesora lee a Alonso Cueto. Está a punto.de preguntar a la profesora si ha leído la hora azul. La profesora pone 1.5 en la última pregunta. El chico suspira más alto de lo que pensó suspirar. La profesora no parece darse cuenta.

Es hoy

Piensas que cuando pases el exámen, cuando saques el carnet, cuando tus hijos sean grandes, entonces sí, entonces te comerás el mundo, entonces sí, te permitirás ser feliz porque te lo mereces, porque ya pasó lo peor. Y nunca es así. Cuando algo queda atrás siempre aparece otra cosa más adelante. Pero realmente no aparerce, porque realmente ya estaba ahí pero no la veías. Siempre necesitamos ver algo más adelante, más adelante de la barrera que estamos esperando pase. Y no solemos darnos cuenta de que las barreras siempre estarán ahí. Cuando pases la que tienes delante es cuando puedes ver la siguiente. Y así será siempre. Así que es hoy cuando puedes permitirte ser feliz a pesar de la barrera que ahora estás viendo.

El banco

De su cara solo recuerdo las arrugas. Las arrugas y el color a tierra ahora que caigo. Estaba tumbada en el banco, delante de un gran hotel de la avenida, descalza y rodeada de todos sus enseres. Respiraba, tengo la manía de fijarme. Una corriente de personas desfilaba delante. Dos pensamientos hacían girar las cabezas a ambos lados. El primero, una mezcla de curiosidad y regocijo oculto del mal ajeno. El segundo una mezcla de culpabilidad y alivio por no verlo, por mirar a otro lado, como tantas veces hacemos. Aunque costaba verlo, era mujer.

El recuerdo

Sacrificar una canción. Escucharla una y otra vez en ese momento de tu vida. Es la elegida. Sabiendo que cuando la rescates meses más tarde evocará las emociones vividas. Solo el tiempo dirá qué tipo de emociones. Vale la pena el sacrificio de la obra maestra. "Las emociones lo son todo" como escuché hace poco en una película.

Hueles a madurez, a belleza, a sosiego. Tus ojos atraviesan mi respiración y me dejan sin aliento. Las cataratas de tu pelo adornan la gran persona que se adivina.

otra vida

No paro de pensar en otra vida. Un apartamento, tú y yo. Un rincón apartado en Gran Canaria. Hace 15 años, ahora, dentro de 15 años. No lo sé. Un mundo aparte lleno de extranjeros que solo forman parte del paisaje. Que no se meten en nuestras vidas, en nuestro amor. Un paseo nocturno lento con muchas paradas. Un silencio. Miradas profundas que lo dicen todo sin palabras. Un buenos días. Un desayuno en la cama. Un paseo por la orilla que es nuestra en estos momentos. Una persona lee sentada, vestida, resguarda del viento, que sopla fuerte. Porqué no podemos ser esa persona, los dos. Pasar la mañana juntos. Leyendo. Los días juntos. Los años juntos. En nuestro apartado rincón.