jueves, 12 de noviembre de 2015

Un cuento para adultos

Érase una vez un hombre que no daba golpe en su trabajo. Su sueldo salía del dinero público, es decir, del dinero que los demás estamos obligados a poner.
Sus compañeros no le decían nada. Al contrario, para no tener problemas con él, le adulaban.
Una vez llegó al cuento un hombrecillo. Y dijo: esto no está bien. El hombrecillo se ganó enemigos, malas caras y ausencias en los buenos días. El hombrecillo cree firmemente en lo público, lo valora, lo cuida, lo fomenta, lo mejora. Cree en el valor del servicio público a la vez que reconoce los privilegios de los empleados públicos.
Los compañeros del hombre publican que defienden lo público.
Pero lo público no se defiende publicando, se defiende atacando a las cosas que hacen tambalear lo público.

Los mundos

Hay niños que pasan hambre y niños que se pelean por el dibujo de la galleta. Si un día concluimos que no hay vida fuera del planeta nos consolaremos pensando que hay mundos muy distintos dentro de la Tierra